Reformar viviendas de segunda mano: ingenio y oportunidad
“Se vende. Amplio. Luminoso. Excelente ubicación. Precio inmejorable. A reformar…” Acostumbrados a buscar pisos nuevos o de reciente construcción, muchos interesados se detienen aquí. Si bien es cierto que el proceso de una reforma produce temor, es una tendencia que gana cada día más adeptos por las ventajas que ofrece dentro del escenario inmobiliario actual.
Para comenzar, es imprescindible ser capaz de visualizar el potencial de un piso a reformar por encima de su estado para el momento de la oferta. A partir de allí, analizar las virtudes que pueden ofrecer la mayoría de las viviendas antiguas permitirá apreciar, como una opción provechosa, adquirir una vivienda de segunda mano para renovarla y adaptarla a cada estilo o necesidad.
Cuándo una vivienda de segunda mano es un ‘chollo’
Los edificios antiguos reúnen una serie de características con las que difícilmente pueden competir las nuevas construcciones. Generalmente, se encuentran en zonas céntricas o emblemáticas de las ciudades, bien comunicadas a través del transporte público y dotadas de todo tipo de servicios y prestaciones. Arquitectónicamente hablando, muchos de estos pisos gozan de espacios más amplios y de ese aire ‘vintage’ que les confiere una atmósfera más acogedora y llena de personalidad.
A lo anterior hay que sumar que una vivienda pendiente de reformas destaca del resto de las ofertas por su bajo precio. Además, es muy probable que los impuestos que se aplican a la compra sean más bajos que los de una vivienda nueva, porque se calculan sobre el valor del inmueble y no sobre el valor de la escritura.
Reformar tiene sus ventajas
Si la reforma es integral, permite al comprador empezar casi de cero y llevar a cabo una distribución a la medida de sus necesidades y deseos, usando materiales novedosos, e incluso ampliando aberturas o creando alguna nueva, según lo permita la estructura original. El sueño de cualquiera que anhela vivir en un sitio único y muy personal.
A su vez, en estos tiempos en que la sostenibilidad es un tema que cada vez importa más a muchos, una reforma permite crear un hogar más amigable con el medio ambiente, gracias al uso de materiales e instalaciones que proporcionen un mejor aislamiento térmico y un óptimo aprovechamiento de la energía y el agua.
Por otro lado, el Plan de Vivienda aprobado en 2014 contempla subvenciones, préstamos y subsidios a quienes quieran reformar su hogar, bajo la premisa de que las obras de rehabilitación pueden llegar a generar tres veces más puestos de trabajo que las de nuevas construcciones.
Lo mejor en todo es escoger la ocasión y mirar con atención
Antes de encaminarse en la búsqueda de un piso de segunda mano para reformar, es conveniente asegurarse de contar con el equipo humano idóneo para llevar a cabo la obra. Aunque el inmueble seleccionado tenga un excelente precio, a éste hay que sumarle el coste de los trabajos a realizar, de los materiales necesarios y de las tasas y permisos correspondientes.
Antes de la compra, es oportuno consultar con el administrador de la finca las normas que rigen la realización de obras en el edificio, buscar asesoría profesional para analizar las posibilidades reales del inmueble, tasar y evaluar el verdadero valor de una vivienda y encontrar los defectos estructurales que a simple vista no se aprecian.
Conseguir el informe de la Inspección Técnica del edificio (ITE) es indispensable para conocer las condiciones de habitabilidad de la estructura en general. Además, es recomendable comprobar que se han realizado las adaptaciones en materia de ascensores e instalaciones eléctricas y de calefacción, obligatorias cada 30 años como máximo, e informarse acerca de los permisos necesarios y la viabilidad de su obtención.
La edad del edificio importa, y mucho
El Colegio de Administradores de fincas considera que casi la mitad de los edificios construidos antes de 1973 son susceptibles de presentar alguna deficiencia en sus instalaciones eléctricas.
